sábado, 21 de julio de 2012

Salís a comer y... (1 de 2)

Hay ciertas costumbres que en definitiva adoptamos, sean éstas de algún viaje o de ver muchas películas. Costumbres que en la sociedad donde vivimos parecen raras, inadecuadas, inadaptadas. Y eso que son lindas costumbres, pero cuando lo haces te miran raro, no mal, pero sí raro.

Me refiero a DEJAR PROPINA. Y acá me es inevitable recordar la escena de Steve Buscemi en Reservoir Dogs, donde se negaba rotundamente a dejar propina con una explicación algo convincente, esta misma explicación ya la oí un par de veces de gente que no vio la película. Por las dudas, o para refrescar la memoria (estoy convencida que los que vieron la película se la saben de memoria) lo posteo a continuación:






Mr. Pink: Yo no dejo propinas.
Eddie: ¿No dejas propinas?
Mr. Pink: No creo en eso.
Eddie: ¿No crees en dejar propinas?
Mr. Blue: ¿Sabes cuanto ganan estas chicas? Ganan una mierda.
Mr. Pink: Si no gana suficiente, puede renunciar.
Eddie: No sabía que un judío de mierda tendría las pelotas de decir eso. Deja que entienda bien, ¿tú nunca dejas propinas?
Mr. Pink: No dejo propinas porque la sociedad me diga que debo hacerlo. Si alguien realmente se lo merece, le doy algo extra. Pero esto de dejar propinas automáticamente, es para los pájaros. En lo que a mi concierne, están haciendo su trabajo.
Mr. Blue: Esta chica fue amable.
Mr. Pink: Estuvo bien, no fue nada especial.
Mr. Blue: ¿Qué es especial? ¿Que te lleve allá atrás y te la chupe?
Eddie: Daría más de el 12% por eso.
Mr. Pink: Mira, pedí café ¿si?, hemos estado un largo rato aquí y solo me llenó la taza tres veces. Cuando pido café quiero que me la llenen seis veces.
Mr. Blonde: ¿Y si está muy ocupada?
Mr. Pink: "Muy ocupada" no debería ser parte del vocabulario de una mesera.
Eddie: Perdona Mr. Pink, pero lo último que necesitas es otra taza de café.
Mr. Pink: Estas mujeres no se mueren de hambre. Cobran sueldo mínimo. Yo trabajaba por sueldo mínimo, y cuando lo hice no tuve la suerte de tener un trabajo que según la sociedad merecía propina.
Mr. Blue: ¿No te importa que cuenten con tus propinas para subsistir?
Mr. Pink: ¿Sabes que es esto? Es el violín más pequeño del mundo que toca sólo para las meseras.
Mr. White: No tienes idea de lo que dices. Esta gente se rompe el lomo. Este es un trabajo duro.
Mr. Pink: Trabajar en McDonald's también, pero no sientes que debes darles propina. ¿Por qué no?, te sirven comida, pero la sociedad dice: "no den propina a esta gente de aquí, pero sí a éstos". Eso es pura mierda.
Mr. Brown: A esta gente le cobran impuestos por las propinas que hacen. Cuando no les das propina, pierden dinero.
Mr. White: Ser mesera es la ocupación número uno para mujeres no graduadas en universidad en este país. Es el único trabajo básicamente que una mujer puede conseguir y ganarse la vida. La razón es gracias a las propinas.
Mr. Pink: Olvidate de todo eso. Lamento mucho que el gobierno les cobre impuestos sobre sus propinas. Eso es una mierda. Pero no es culpa mía. Parecería que las meseras son uno de los muchos grupos que el gobierno jode por atrás en forma regular. Muéstrame un documento que diga que el gobierno no debe hacer eso, lo firmaré. Pero lo que no haré es seguirles el juego. Y esa basura de no universitarias, dos palabras: aprende mecanografía, carajo. Si esperas que yo ayude con el alquiler, te espera una gran sorpresa.
Mr. Orange: Me convenció. Devuélveme mi dólar.




No acostumbramos a dejar propina, y eso que no tenemos la obligación de dejarla, pero me van a decir que si te atienden bien, a tiempo, con una sonrisa, no la dejarías? Pero también van a decir que es obligación del que te sirve, que para eso labura de mozo y que ya recibe un salario por eso (sí Mr Pink, ese discurso está un par de líneas arriba). Si todos los oficios contaran con la costumbre de recibir propinas nos ibamos al mazo; un carpintero, un plomero o el chofer del omnibus no se merecen propina acaso? (el chofer de omnibus definitivamente NO), pero a diferencia de los oficios citados, el de mozo debe tener un don especial, el don de servir, debe dejar de lado la antipatía, la pedantería y las demás ías de los clientes que disfrutan de su cena con amigos o familia y servirlos de manera cordial.

En definitiva, si te atienden bien, seguro estás de vuelta, si no, obviamente no, y tampoco dejas propina.
Vos dejas propina?

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